Hace tiempo que deseaba conocer la Semana Santa
del bajo Teruel y aunque en un sólo viaje, no es
posible vivir y visitar todos los pueblos donde se
celebra, sí quería transmitir al menos en estas fotografías,
la esencia de lo más significativo de sus celebraciones:
El sonido del tambor y el significado de romper la
hora.
El primero de los pueblos visitados fue Andorra, inscrito
dentro de los nueve pueblos que componen la denominada
Ruta del Tambor y el Bombo, junto a Albalate
del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Calanda,
Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de
Calanda y Urrea de Gaén.
Así, en Andorra la noche del Jueves
Santo, cuando miles de tambores comienzan a sonar
al unísono, a una señal desde el balcón de la plaza,
uno se siente sobrecogido porque el momento no es
sólo una prueba de resistencia de tímpanos,
sino que se llega a sentir una energía especial,
cuando un sonido acompasado y envolvente se
expande en el ambiente, incluido el pavimento,
penetrando sus vibraciones a través de la la planta
de los pies hasta llegar al estómago.
Desde ese momento y durante los siguientes días,
en todos los pueblos visitados, prácticamente no
se oye otro sonido. El ritmo es repetitivo,
acompasado, agotador, solemne y eterno. Nadie deja
de tocar el tambor hasta que cae exhausto. Cuando
esto ocurre..., no importa, siempre hay alguien que
se ha recuperado y vuelve a comenzar de nuevo.
Al menos esto es lo que percibí desde la visión
de viajero, que no la de un turista. Me interesaba
sentir la tradición y respirar su atmósfera.
A medida que visito los pueblos de la ruta, paseo
por sus calles observando los comercios y mirando
sus escaparates. Descubro que en casi todos,
aunque se trate de una mercería, también venden tambores...,
y me pregunto: ¿Habrá alguien aquí que todavía
no tenga un tambor en su casa?
He leido por ahí que los
tambores y bombos del bajo Aragón los trajeron
en el Medievo ciertas Órdenes Militares, si
bien hay diferencias en los sonidos de las marchas
que emiten en cada uno de los pueblos
de La Ruta del Tambor y el Bombo.
Es decir, en cada lugar se tocan
diferentes marchas con distintos sones, si bien
cuanto más cerca están unos de otros, éstas son más
parecidas y tiene su lógica, porque hay habitantes
de un pueblo que se van desplazando a los pueblos
vecinos para participar en las distintas "rompidas
de hora" con su tambor a cuestas.
Como dato, indicar que son más
de 15.000 los tambores y bombos. Los primeros emitiendo
repiqueteos y los segundos con golpeos más simples
pero a la vez mucho más penetrantes, dependiendo
del tamaño, y que romperán
el silencio en la hora determinada para rememorar
la muerte de Cristo.
En ese momento, se produce la gran explosión de
los sentimientos a partir del primer redoble y que
nadie puede parar.
Una de las procesiones de interés y que se aprecia
en una foto (virada al sepia y pasando junto a una
ermita) es la del Vía Crucis de Andorra,
que se celebra a las 3 de la madrugada, subiendo
a lo alto de un monte donde y que corona la ermita
de San Macario, donde se encuentra el Cristo de los
Tambores. Es espectacular seguir el recorrido de
la procesión iluminada con algunas antorchas y propagándose
el eco del sonido de tambores y bombos por el serpenteante
acceso a la cumbre.
Hay otros momentos además de la citada procesión
de Andorra, como el que se vive en Calanda, con
su rompida de hora al mediodía del Viernes
Santo, Alcañiz
y su procesión del Sellado del Sepulcro
el Sábado
Santo, Alcorisa, con la pasión viviente en el impresionante
Drama de la Cruz del Monte Calvario, Albalate del
Arzobispo, con su Cofradía de los Alabarderos,
Híjar,
con su rompida solemne y ritual,
La Puebla de Híjar, Samper de Calanda, con
sus matracas y el paso del Cristo
de la Cama y Urrea de Gaén, con su Semana
Santa más íntima y menos nutrida de público.
En cualquier caso, la información de esta página,
no trata de documentar los actos de la Semana Santa
del bajo Teruel, sino de aportar unas imágenes donde,
como decía al principio, transmitan algo diferente
a las ya clásicas fotos informativas de las celebraciones
de Semana Santa.
Lo ideal, sería finalmente que con la visión de
las fotos, pudieras escuchar el eco de sus tambores.
Personalmente, ese eco es el que siento cuando rememoro
el momento y escribo estas líneas.
Florencio Sánchez
Semana Santa de 2004
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( FOTOGRAFIAS REALIZADAS EN ANDORRA, ALCAÑIZ Y CALANDA )
